martes, 10 de mayo de 2011

ANTECEDENTES

Napoleón Bonaparte (1769-1821) y Marie-Joshepe-Rose (1763-1814)

El ser la viuda del bizconde [sic] de Beauharnais y la amante de Paul Barras no importo para que  Napoleón Bonaparte le profesara amor a Mari-Joshepe (a quien el decido llamarle Josefina) y se casara con ella en la primavera  de 1876; tampoco cobro importancia el hecho de que ella tuviera 2 hijos (Hortense y Eugene) ni que fuera seis años mayor que él. Su historia quedo grabada  en las epístolas  que el estratega le escribió, casi a diario, durante su campaña  en Italia y Egipto: “No pido amor ni felicidad eternos, únicamente… la verdad, una franqueza ilimitada. El día que me digas “te amo menos” será el último día de mi amor o el ultimo de mi vida”. A pesar de convertirla en emperatriz, debió divorciarse para engendrar un heredero y crear alianzas estratégicas. Pero pedirle la separación no fue sencillo, incluso en otras de sus cartas menciono: “yo todavía te amo, pero en política no hay corazón, solo cabeza… prométeme, de todas formas, que nunca dudaras de mi amor”. El se unió a María Luisa, archiduquesa de Austria; Josefina se retiro al castillo de Malmaison, donde murió.
 Se cree que cuando el emperador  (en ese momento estaba en la isla de Elba) se entero de la muerte de su primera esposa, lloro todo un día. Sus últimas palabras “¡Francia, el ejercito, Josefina!”.

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